Hemos concebido un espacio integral y distintivo, el epicentro de la vivienda, donde se generan momentos de calma para disfrutar, reflejando el estilo de vida contemporáneo en la ciudad.

La sala de estar con cocina integrada se presenta como un ambiente relajado, cómodo y acogedor, diseñado para ser único, íntimo y social al mismo tiempo. Nos da la bienvenida con amabilidad, nos cobija alrededor de la chimenea y estimula la interacción y el encuentro, ofreciendo una experiencia habitable con una morfología versátil que se adapta a diversas actividades. Nos guía hacia la cocina, funcional y completa cuando está abierta y operativa, o integrándose al área de estar cuando está cerrada.
La isla destaca como núcleo para preparar, comer y trabajar, con una superficie de impactante presencia y belleza gracias a la elección de una cuarcita negra de exquisito acabado y singular estética.
La selección cuidadosa de materiales desempeña un papel fundamental en la creación del espacio y la estética resultante. La propuesta incorpora amoblamientos de última generación, con un impecable acabado en madera natural y sistemas de apertura y cierre suaves, estableciendo un diálogo armonioso con el equipamiento.
Se optó por materiales naturales como maderas, piedras, cerámicas y fibras vegetales, generando un espacio sofisticado y elegante, pero cálido y sensorial al mismo tiempo.
El arte se integra de manera utilitaria, con la participación de tres artistas plásticos cordobeses, cada uno aportando su impronta única, pero compartiendo un concepto central: la naturaleza.

Un óleo sobre lienzo evoca formas naturales que recuerdan rocas erosionadas, la vajilla de gres y porcelana incorporan elementos naturales con pastas y esmaltes de alta temperatura, y una escultura de chapa al natural de gran tamaño, evoca la silueta de las sierras cordobesas, generando un sentido de arraigo.