El usuario, Amancio, es un hombre de 75 años con una historia de vida fascinante arraigada en las profundidades de Tucumán. Proviene de un hogar humilde donde la creatividad y la resiliencia eran clave para sobrevivir. Su madre, una cocinera ingeniosa, y su padre, un lechero, le inculcaron desde joven el valor del trabajo duro y la determinación. Desde temprana edad, Amancio mostró una curiosidad innata por la carpintería, tallando madera con herramientas rudimentarias para financiar sus estudios. A pesar de las dificultades económicas, perseveró y se convirtió en el único de sus hermanos en completar la secundaria. Su sed de conocimiento lo llevó a la universidad, donde combinó sus estudios de ingeniería industrial con cursos de carpintería. A lo largo de su carrera, Amancio se destacó en el diseño de muebles, recibiendo reconocimiento nacional e internacional. Sin embargo, a pesar de su éxito, nunca pudo saciar su deseo de explorar nuevos horizontes, sintiéndose atrapado entre dos mundos: la ciudad y el campo. El proyecto se desarrolla en un espacio de 152m² con una forma cuadrada de 13m x 11.74m y una altura de 5m. Se incorporará un tabique de cerramiento de construcción en seco tipo steel frame, revestido con tablas de madera, complementando los tabiques divisorios existentes. El cielorraso será suspendido a 4m de altura, dejando áreas de losa a la vista y contará con un cajón cortinero perimetral y un vacío en el espacio central, todo realizado con construcción en seco tipo steel frame y posteriormente pintado. El piso estará compuesto por tablas de madera sin fijación a carpeta y sin zócalos, con una terminación contra pared mediante un listel. El diseño busca combinar la estética rústica y sofisticada que caracteriza la vida y el trabajo de Amancio, reflejando su dualidad entre dos mundos y su búsqueda constante de identidad.